| La Ilusión Óptica como Recurso Ilimitado |


La percepción es un concepto que se ha venido investigando desde siglos pasados, y fueron los sicólogos de la Gestalt alrededor de 1942, los que comenzaron a plantear las leyes que más adelante establecerían una plataforma de estudio; plataforma que, constituye parte importante del pensamiento en general. Es un concepto que ha sido aplicado en distintas ramas del conocimiento por su estrecha relación con las conexiones mentales que el ser humano desarrolla. Somos individuos que construimos nuestro imaginario a partir de lo capturado durante la experiencia y de allí se deriva nuestro comportamiento frente a la configuración de nuestro espacio y contexto.

La ilusión óptica nos ha llevado a explorar la percepción en todos sus sentidos ya que se da a partir de fenómenos adaptativos. Lo que nuestro órgano visual es capaz de capturar, se convierte después en información que nuestros sistemas procesan para generar todo tipo de sensaciones y experiencias físico-mentales. Es asombroso ver cómo el mismo hombre es capaz de combinar patrones con efectos de velocidad, color, movimiento o luz y desarrollar ante nuestros ojos estímulos que parecen casi surreales. Nuestra mente es engañada por la fusión de estos elementos y aunque a primera vista parece sencillo, esto verdaderamente obedece a una compleja red que se lleva a cabo dentro de nuestro cerebro.

La complejidad de esta red ya ha sido estudiada y dominada por el hombre, tanto así que él mismo es capaz de generar dichos “engaños visuales”. El hombre es entonces capaz de llegar hasta donde su imaginación y su creatividad se lo permitan porque esta red mental es un recurso ilimitado y ningún cerebro puede inventar la forma en que se van a organizar ni estructurar los elementos capturados. ¿Qué sucedería entonces si lo logrado a partir de las ilusiones ópticas se aplicara al desarrollo de proyectos arquitectónicos o de diseño? Aunque incierto, el panorama es amplio y prometedor si sólo nos arriesgamos a intentarlo.

Referencias Bibliográficas: www.carlosreynoso.com.ar


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